En ocasiones, cuando nos mudamos a una vivienda, nos encontramos que esta posee ciertas cargas, como las facturas impagadas, ya sea de energía como de telecomunicaciones.
Antes de mudarte a una vivienda nueva es bueno que te asegures de que la vivienda no posee ninguna carga.
Facturas impagadas de energía
En el caso de la energía, el impago de una factura se asocia al DNI del titular. Sin embargo, cuando la deuda es grande, el suministro se da de baja y la deuda se adhiere al suministro. En este caso, no podremos dar de alta la electricidad o el gas natural hasta que no se pague la deuda.
Una factura de electricidad o gas natural es un documento que emite una compañía comercializadora por el consumo y los servicios prestados en un punto de suministro.
Existen varias causas por las que se puede no pagar una factura de electricidad o gas natural, aunque los más comunes son los impagos por problemas económicos. Si bien es cierto que las compañías son flexibles en cuanto a los pagos (sobre todo en la situación en la que nos encontremos) puede que el titular se vaya de una vivienda sin pagar una serie de facturas y eso nos provoque problemas a nosotros.
Si la deuda es alta o las facturas impagadas son varias, la comercializadora puede solicitar el corte del suministro. En algunos casos, incluso, la distribuidora asocia la deuda al punto de suministro y, hasta que no se pague lo que se debe, no se puede recuperar el suministro.
En este caso, si llegas a una vivienda y el suministro está cortado por impago, las comercializadoras y distribuidoras permiten la desvinculación de la deuda. Para poder realizar esto se solicitan pruebas de que no éramos los titulares ni los que han provocado ese corte por impago. Generalmente, esto se consigue presentando el documento de alquiler o compraventa.
Si conseguimos desvincularnos de la deuda, el impago se asocia al DNI del titular y podremos disponer de suministro de electricidad y/o gas natural.
Facturas impagadas en telecomunicaciones
En caso de las telecomunicaciones, las deudas no se suelen asociar al suministro, sino que siempre se asocian al titular de la factura de telefonía y/o internet.
Si has dejado de pagar la factura de tu contrato de telefonía fija o Internet durante más de un mes, el operador podrá seguir el proceso que se indicó previamente en el contrato.
En la mayoría de los casos, la empresa corta el servicio de forma temporal tras haber avisado con preaviso al cliente.
En este sentido, si la deuda llega hasta las tres facturas impagadas, el suministro puede ser cortado de manera permanente.
En caso de que los impagos sean constantes y si ya se han producido dos cortes por impago, se puede cortar la línea de manera definitiva y suspender el contrato.
Como hemos comentado, los impagos y deudas en telecomunicaciones no se suelen adherir al suministro. Sin embargo, tanto en energía como en telecomunicaciones es bueno que nos aseguremos de que no hay ninguna deuda antes de mudarnos. En caso de que las hubiera, deberá hacerse cargo el usuario que ha realizado dichos impagos.